Primer Volante

¿YA VISTE?

Imágenes horribles y después... un comercial.

ESTA ES UNA INVITACIÓN A QUE REALMENTE VEAS LA TELEVISION, pero esta vez con mucho cuidado.

La violencia en México y cómo puede acabar. A veces, tenemos tantos motivos para escandalizarnos, que no sabemos ni por donde empezar.

Los noticieros mienten, no hay una crisis.

Imágenes de decapitados que rodean amenazas llenas de faltas de ortografía son interrumpidas por comerciales que promueven desde candidatos a la presidencia hasta remedios para las hemorroides. Las faltas de ortografía y las hemorroides no están ahí “de a gratis”.

En esta vida nada es gratis. La gente que asesina por dinero y poder a veces tiene excelente ortografía, pero la gente que muere por esto, casi nunca muere desangrada. La mayoría de los que mueren, mueren por la falta dinero y poder, ya sea porque no le alcanzaba ni para comer, o porque para tenerlo tuvieron que tomar riesgos que pagaron con su vida. Todo tiene precio, en especial, la vida.

Los comerciales hacen referencia al amor de nuestras madres y al compromiso de los candidatos para vendernos el remedio para lo que otro producto o candidato nos enfermó. El producto puede ser una basura o veneno, el candidato un ladrón o un asesino. Pero una vez que ya los compraste o los elegiste, ya nadie te regresa tu dinero o espérate al próximo sexenio.

Cuando no tienes buena ortografía y tampoco terminaste la secundaria (como el promedio nacional) es difícil que encuentres una manera de comprar las tantas cosas que hay, sin tener que robar un poco. Pero la gente que roba más no lo hace por necesidad y, entre más roba, más fácil es no ir a la cárcel. Los buenos ladrones logran que la gente les de su dinero y poder por propia voluntad creyendo que es por su propia “protección y seguridad”. Hay ladrones tan profesionales que ni si quiera lidian con la gente si no simplemente imprimen dinero.

Imágenes de la crisis económica mundial son seguidas por gráficas que tratan de explicar que porqué hay más pobres son interrumpidas por comerciales de bancos amigables y gobernantes simpáticos. Estos rostros sonrientes nos mienten tanto como la propia idea de una crisis mundial. No todos somos más pobres, algunos pocos, ahora son obscenamente más ricos. La llamada crisis es negocio de pocos.

La intensidad de la miseria que se vive en el país es tan constante que ya no es incómoda. El desempleo, el subempleo y los salarios miserables son tan cotidianos que no nos parece escandaloso que a millones de personas les sea negada la posibilidad de vivir con dignidad. Aquellos empleados viven en la constante presión de no caer en el desempleo, pero su esfuerzo individual es en vano porque cada día hay más gente y menos trabajos. La miseria es tan normal que su origen y necesaria existencia es incuestionable. ¿Toda esta gente es incapaz de hacer algo de valor?

Imágenes de cientos, miles, millones de asesinados, sangrienta o silenciosamente, por gobiernos ajenos y propios, actuales y pasados, interrumpidos por comerciales por ser solidarios con aquellos que menos tienen donando lo que podamos. Los gobiernos gastan su dinero en armas mientras sus pueblos tienen hambre, y se le dice a la gente que tiene suficiente para comer, que lo comparta. ¿Si hay más que suficiente comida para todos porque no todos comemos?

De la telenovela mexicana a la tragedia mexicana.

En el sentido más amplio, las telenovelas no mienten. La vida es drama y una lucha, con intrigas y cómplices. Los buenos, son seducidos y engañados por los malos, para que actúen en contra de sus propios intereses. En el sentido más amplio, los noticieros mienten. No es noticia que alguien sea corrupto, que otro mate y que un tercero esté indignado.

Pero esto no es un drama, es una tragedia que nadie señala y que casi todos sufrimos. Los decapitados serán olvidados por los comerciales que les siguen, y los crímenes de este gobernante son olvidados ante las promesas del nuevo. Como en la telenovela, somos seducidos y engañados, pero no con mentiras, si no con verdades tan evidentes que son casi invisibles.

La mentira de la telenovela está en la lucha individual. Estos problemas que nos afectan a todos no se resuelven “echándole ganas”. “Echándole ganas” no es suficiente porque hay millones de otros mexicanos que salimos todos los días a “echarle ganas” y la mayoría regresan a sus casas con menos de lo que necesitan porque unos pocos regresan a casa con todo lo que nos falta.

La mentira de los noticieros está en las instituciones. Las instituciones no sólo permiten, no sólo fomentan el robo. Su corrupción, su nepotismo, su violencia no es un accidente. Las instituciones fomentan que los ricos sean más ricos a costillas de los pobres. La miseria no es una consecuencia de la cantidad de recursos que hay, si no de su distribución que favorece que la desigualdad sea mayor.

Las cosas que antes eran de todos, el agua, la tierra, la voz, la razón han sido privatizadas. Estas privatizaciones nos privan del derecho de gozo, del derecho al trabajo, de nuestros derechos políticos y de nuestro derecho a reconocernos por lo que somos. Estas privatizaciones le dan a pocos el derecho de obtener ganancias de las necesidades de todos. Nosotros no necesitamos estas instituciones. Los gobiernos del mundo les regalan billones de dólares ($1,000,000,000,000s) a los bancos, y en el mundo miles de millones de personas (1,000,000,000s) tienen hambre crónica o desnutrición. La magnitud de nuestra miseria sólo puede tener referencia con la magnitud de su opulencia, pues no es accidente que sea mexicano el hombre más rico del mundo.

Denunciamos la violencia que golpea más al golpeado, que empobrece al pobre y que entretiene y mantiene a los ignorantes en su ignorancia. Denunciamos a los medios de comunicación por hacernos creer que necesitamos a aquellos nos matan de hambre, de explotación, de olvido, de violencia generalizada. Denunciamos los comerciales que promueven un estilo de vida lleno de frivolidad y auto complacencia, un estilo de vida donde la vida misma es una mercancía. Denunciamos la violencia de un sistema lleno de privilegios que son inaccesibles a la mayoría. Denunciamos a las instituciones que concentran el dinero y el poder en las manos de pocos y que desconocen después la corrupción y violencia que ellas mismas engendraron.

Hacemos la invitación más amplia posible a discutir la realidad con verdad. Hacemos una invitación a todos aquellos que les preocupa la violencia, la miseria, y la corrupción pero también a todos los que les preocupa la paz, la solidaridad verdadera y el amor. Invitamos a todos a ver la tele, pero ahora siendo críticos de ella, recordando que le sirve a aquellos que tienen más para mentirle a todos. Pero nuestra invitación más importante es para que después de ver la tele, hablemos con verdad y sin miedo.

Vamos a hablar con verdad y sin miedo sobre los problemas que afectan a casi todos. La violencia que vivimos y vemos a nivel individual no se detendrá hasta que reconozcamos que es una misma. Vamos empezar una larga conversación entre muchos de cómo vamos a lograr la paz y la abundancia. Tenemos que ser muchos y cada día más los que tomen consciencia y tomen su vida en sus manos y empiecen a actuar. Te esperamos el próximo sábado.


Demandamos la salida de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa de la presidencia de nuestro país como parte del proceso de transformación social que acabe con la violencia. 


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Imagen para imprimir volante en hojas tamaño oficio por ambos lados