lunes, 11 de abril de 2011

Testimonio Violencia Institucional: A los ladrones del erario

Como parte de nuestra labor de compilar testimonios en contra de la violencia institucional, compartimos esta entrada del blog de Guadalupe Lizárraga.


Diputados, senadores,
ministros, jueces
presidente y secretarios de gabinete:

Durante décadas, una tras otra, hemos tolerado, de cada uno de ustedes, el robo sistemático del erario, con la única esperanza de que las cosas cambien sin violencia.

A cada uno de ustedes, señoras y señores ocupantes de los poderes públicos, hemos otorgado pacientemente el beneficio del tiempo para que sean diferentes y respeten a su pueblo. Pero el respeto y la integridad son asuntos que no caben en su tabla de valores. Nos lo demuestran día a día con sus acciones y sus abusos.


Todo el pueblo construimos la esperanza de un cambio. Pero cada sexenio, cada tres años, nos la escupen en el rostro. Nos truenan los oídos con sus carcajadas malditas, mientras se gastan cínicamente lo que le quitan a una familia de su jornada diaria. Toleramos porque no queríamos violencia, reitero. Pero ustedes no tienen llene. Nos culpan de criminales y violentos, nos llenan de drogas la casa, y pagan de nuestro dinero sus mentiras y sus adicciones.



Hoy por eso nos conciben como una nación derrotada, porque ustedes, exitosamente, nos han hundido en la violencia, en el infortunio y en la desesperanza. Pero la derrota es un gran momento para nosotros, el pueblo. Porque sólo de este desencanto colectivo podemos enfrentar la posibilidad de reconstruirnos como ciudadanía activa, con nuevas fuerzas organizadas, nuevos sentidos y una nueva identidad que sólo puede emerger del coraje que da la derrota. Porque gracias a cada acto de violación a nuestros derechos como individuos y como sociedad, podemos fortalecer nuestra capacidad para conducirnos sin ustedes.

Sí, sin ustedes, señores ladrones del erario, a quienes ya no más llamaremos “gobierno”. Ya no los llamaremos ni diputados ni senadores ni jueces ni presidente. Ustedes no son gobierno. Ustedes no saben lo que significa esta palabra que hace grandes a los seres humanos que la llevan con dignidad y respeto. Ustedes señores jueces, no tienen la más mínima idea de lo que es impartir justicia ni el significado de ésta. Ustedes diputados y senadores no representan más que la “escoria ladrona”* de México. Y hoy los llamaremos por lo que son y no por lo que simulan ser. Ustedes que no saben lo que es un poder público, y que ni siquiera conocen los valores de una verdadera democracia.


Pero ¿quién de ustedes no conoce París a cuenta del presupuesto? ¿Quién de ustedes no ha comido y bebido con lujos y excesos del erario? ¿Quién no se ha comprado la corbata de seda o las toallas de baño importadas con nuestros impuestos? ¿Quién no ha gastado lo que no ha devengado? ¡Vamos, ladrones del erario, que tire la primera mentira quien no haya disfrutado deshonestamente de las mieles del poder!

La expresión Escoria ladrona es tomada del libro México frente a la escoria ladrona, Álvaro de Regil, 2010, The Jus semper Global Alliance.

Guadalupe Lizárraga
Los Ángeles, Ca.